
Siempre es atardecer en esta isla, nunca miro las mañanas. Le debo al amanecer, todos mis días pero siempre se me escapa. Se va como tu acabas, huyendo del mar, donde busqué tu olvido. Se puede morir la fe de mi universo y no dejaría de creerte. Me puedo morir de sed si no te bebo, no dejaría de quererte. Te puedo llorar, borrar lo que queda de ti, no quiero ese vacío..........si no te puedo tocar, siempre me queda el consuelo de estar por un ratito en tus oídos, si no te puedo ver, imaginándote.
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