Un saludo, una simple frase, ¿no? No todo es tan sencillo. Un hola es el comienzo de todo. No hay historia que no comience así.
Dos vecinos que se cruzan al pasar al lado del ascensor, dos compañeros que se conocen el primer día de clase, un cliente en la tienda, un médico al entrar en la consulta....
¿Os habéis parado a pensar en todo lo que encierra esa palabra?
Un "hola" encierra miles de historias, miradas a escondidas, besos, abrazos de esos que dan la vida. Encierra miles de "te quiero", "te amo","te necesito", "me encantas", "te odio". Encierra momentos, sonrisas, llantos. Una locura tras otra. Encierra caricias, preguntas, respuestas, cartas, ironías, rutina, sueños, conversaciones sin fin. Encierra tardes, noches, madrugadas eternas.
Yo comparo el hola con la primera frase de un gran libro. Un libro que comenzamos a escribir el día que conoces a alguien y lo saludas por primera vez, y que solo tu sabes como continuarlo. Puede ser un libro con final feliz, o con final triste. Incluso un libro sin final.
Los amigos, los compañeros, ese alguien al que acabas de conocer, el amor de tu vida, e incluso tu peor enemigo. Todos comenzaron con un hola.
Un hola que se queda para siempre, un hola que se transforma en un "hasta luego", o ese que se convierte en un doloroso "adiós". Miles de historias que comienzan así, miles que terminaron, miles que"se están escribiendo" y millones que quedan por venir, libros que "no existen" todavía.
Menos de un segundo en decirlo, y miles de historias que vienen tras él.
Piénsalo.