jueves, 14 de agosto de 2014

Una de esas noches

Cuando sólo nos queda la música; cuando sólo nos quedan las notas, los acordes. 
Cuando sólo nos queda la belleza de las palabras. 
Cuando sólo nos queda una mirada perdida, una llamada a escondidas. 
Cuando sólo nos queda un silencio por dar. 
Cuando ya no queda luz y la oscuridad lo invade todo.

Ahí, cuando pensamos en todo y en nada a la vez. 
Cuando le damos mil vueltas a todo y nos repetimos mil y una vez que lo mejor es dejarse llevar, pero muy pocas veces lo hacemos. 
Ahí, cuando miramos por la ventana y suspiramos contando estrellas. Ahí, cuando nos damos cuenta de todo lo que vale la pena y lo que no. cuando nos damos cuenta de a quién le importamos de verdad y a quién no. 

Ahí, cuando más le echas de menos. Cuando todos los pensamientos los ocupa una persona. 
Cuando sabes realmente lo que quieres, lo que tienes, lo que falta y lo que sobra. 
Ahí, cuando sólo nos queda la imaginación y los sueños. 
Ahí cuando el reloj avanza deprisa, pero al mismo tiempo los minutos se hacen eternos. 
Ahí, y solo ahí, cuando somos nosotros mismos. 

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