Siempre, desde pequeños hemos soñado con tener una vida perfecta, vivir en una casa enorme con miles de habitaciones, y una de ellas llena de libros, casitas de muñecas y millones de ositos de peluche. Siempre hemos soñado con tener a nuestro lado al hombre perfecto, a ese que se parece al mítico "príncipe azul", con tener niños de esos que nunca se pelean, de vestir cual princesa medieval, con esos carisimos vestidos pomposos. Soñamos con ser millonarios y tener una casa frente al mar. Pero suena tu despertador, abres los ojos. Y estas ahí, tumbada en la cama, en tu casa, que no se parece en nada a la de tus sueños. Y en ese momento piensas, imaginas como sería tu vida dentro de 20 años. Permitidme que os diga que la mía no tiene nada que ver con ese sueño. Yo me imagino simplemente siendo feliz, rodeada de las personas que me quieren, de esas personas que siempre están ahí pase lo que pase, que ríen y lloran conmigo. Tampoco me imagino con ningún príncipe azul, simplemente quiero tener a mi lado a ese "alguien" que te enamora con solo mirarte, que te sonría y te diga que eres la mejor, incluso recién levantada.

No hay comentarios:
Publicar un comentario